El extraño caso de Peter van der Hurkos.
Hace poco leí por casualidad la historia de Peter van der Hurtos. ¿Quién?, si van der Hurtos. Yo tampoco sabía quien era pero resultó ser un personaje apasionante y bastante bien relacionado en la época de los 40´- 50´.
El 10 de julio de 1941, este pintor de La Haya se precipitó al vacío desde un cuarto piso del edificio en el que estaba pintando la fachada. Una vez ingresado en el hospital, Hurkos repetía una y otra vez a su mujer que su casa se estaba incendiando y que su hijo pequeño corría un grave peligro pues se encontraba solo allí. El incendio tuvo lugar cinco días más tarde y al niño no le pasó nada ya que la mujer, ante la insistencia de Peter, había alertado a los vecinos de que estuvieran alerta.
Durante todo el tiempo que permaneció hospitalizado siguió teniendo distintas visiones, algo que explotó en su provecho, pero más adelante esta nueva "habilidad" le fue cambiando el carácter y empezó a sentirse frustrado al ver que le alejaba de sus seres queridos.
Hurkos buscó la ayuda de mediums y videntes para aprender a controlar estas visiones y poder interpretarlas. Por fin comprobó que había desarrollado la habilidad de ver el futuro tocando objetos "Veo el futuro en mi mente como una pantalla de la televisión. Cuando toco algo, puedo decir lo que veo."
Al terminar la Segunda Guerra Mundial, fue reclamado por numerosos líderes políticos que querían conocer su futuro. Colaboró activamente con la policía de Europa y EEUU ayudándoles a prevenir robos y a atrapar a delincuentes gracias a sus visiones. También fue un personaje habitual en la radio y la televisión de aquella época.
Es muy curioso como un golpe, puede abrirnos a un mundo de capacidades sensoriales. Son muchas las investigaciones que revelaban que en numerosos casos, personas que habían sufrido un accidente en el que resultaron con el cráneo herido, posteriormente desarrollaron una serie de "habilidades extraordinarias". Este es el caso de Peter van der Hurkos.
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