7 de marzo de 2008

Una niña renuncia a ser diosa viviente

Esto de ser de un dios viviente es cada vez más complicado y si no que se lo digan a la pequeña de once años, Sajan Shakva. Esta niña que es desde hace nueve años adorada en Nepal como la reencarnación de la diosa Kali, acaba de renunciar a los atributos divinos.

La polémica se ha desatado tras un viaje de la niña a EEUU para promocionar una película sobre las diosas vivientes de Nepal. Las autoridades religiosas han visto en este viaje un atentado a la tradición ya que la diosa viviente debe permanecer confinada en la ciudad santuario de Bhaktapur (Katmandú) pudiendo salir del palacio un par de veces al año. Al romper esta tradición ha dejado de ser una Kumari (diosa viviente) y ya la están buscando una sustituta.

Las Kumari son elegidas entre la casta budista Shakva y deben reunir una serie de atributos entre ellos muslos de gacela y cuello de nácar. Dejan de serlo al llegar a la pubertad y obtienen una renta vitalicia.

La otra cara de la moneda la ponen los grupos de derechos humanos que están en contra de las niñas recluidas en palacios-templos pues lo consideran un tipo de abuso infantil.
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